Publicar esta receta surgió de la misma manera que la de las alitas: un plato sencillísimo que le encanta a mi hijo mediano y a todos sus amigos. La salsa se hace en un suspiro y las patatas podéis comprarlas hechas (versión para los que tienen tirria a la cocina) o hacerlas en casa.
Ahora os lo explico todo, pero antes quiero que disfrutéis de la magnífica fotografía de abajo. No dejo de mirarla. Es que mi Paco vale una mina de oro.
Esta es la segunda receta que vamos a mandar al blog de #RecetasSolidariasParaNavidad. Unas buenas patatas bravas pueden ser un aperitivo estupendo para un menú solidario. Por poco dinero, un plato sabrosísimo.
Ingredientes:
(Para cuatro chicos adolescentes muy "hambrientos")
Patatas:
Un kilo de patatas
Aceite de oliva
Sal
Salsa:
6 cucharadas de aceite frito
2 cucharadas colmadas de pimentón
Una guindilla en rodajitas
Una cucharada de postre de salsa Tabasco
Dos cucharadas de vinagre de vino tinto
250 gramos de tomate frito
Preparación:
Si no compráis las patatas especiales para salsa brava, las peláis, las cortáis en gajos medianos, las saláis un poco y las freís en abundante aceite de oliva a fuego lento. Casi al final, subís la temperatura del fuego para que se queden crujientes y con ese tono dorado con el que nos las sirven en los bares. Una vez fritas, las escurrís en papel absorbente.
A esta altura muchos de vosotros habréis ido a comprarlas. Pues bien, atentos porque la salsa se hace en un momento.
Si no tenéis aceite frito, en una cazuela, cazo o sartén ponéis el aceite y lo freís a fuego lento un par de minutos, ahora añadís el resto de los ingredientes menos el tomate, dais unas vueltas y lo dejáis cocer tres o cuatro minutos como mucho.
Tras este tiempo añadís el tomate y lo dejáis otros cinco minutos para que se integren todos los sabores y ya está hecha vuestra salsa brava.
Observaciones:
Si os gusta que se os salten las lágrimas, cambiad el pimentón dulce por picante.
Ya sabéis que hay decenas de recetas de esta salsa, pero creo que esta os va gustar.
La vajilla que hemos elegido para esta ocasión es inglesa de la marca Churchill. Me imagino una mesa de Navidad con estos platos… Y además a un precio fantástico.
La encontráis en JOSÉ DÍAZ.
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